Este vino exhibe un brillante color dorado, resultado de su prolongada crianza en barrica. Su acidez vibrante, característica de la variedad, se combina con un final largo y cautivador, donde la complejidad y persistencia se entrelazan con una estructura firme y una sensación seductora de dulzura, típica de los grandes vinos de guarda. En nariz, despliega un perfil aromático exquisito con notas de frutas de hueso maduras, miel delicada y orejones de albaricoque, que se integran en una sinfonía olfativa memorable.
Valduero Blanco Reserva 2016 es un vino blanco seco excepcional, elaborado con Albillo Mayor, una variedad autóctona de la D.O. Ribera del Duero. Este vino es fruto del compromiso de Bodegas Valduero, fundada en 1984 como una de las bodegas pioneras en esta prestigiosa región. Liderada por Gregorio García Álvarez, junto a Yolanda y Carolina García Viadero, Valduero ha consolidado una trayectoria cargada de éxitos internacionales, posicionando varios de sus vinos entre los 10 mejores de Europa.
Este vino proviene de viñedos seleccionados en dos parcelas cultivadas en espaldera, ubicadas a 850 metros de altitud. El suelo guijarroso y arenoso, junto con un cultivo respetuoso fertilizado con estiércol ovino, garantizan la máxima expresión de la uva. Las cepas, de 20 años de antigüedad, aportan complejidad y carácter al resultado final.
La vendimia, realizada de manera manual en pequeñas cajas de 14 kilogramos durante la primera semana de octubre, asegura el cuidado de cada racimo. Posteriormente, las uvas se desgranan a mano directamente en barricas de 500 litros de madera, donde fermentan con levaduras autóctonas que reflejan fielmente el carácter del terroir. La crianza se extiende durante 4 años en barricas de distintas procedencias, proporcionando complejidad y equilibrio al vino.
Valduero Blanco Reserva 2016 no es solo un vino, es una experiencia que combina tradición, innovación y una profunda conexión con la tierra. Comprar vino Valduero Blanco Reserva 2016 es apostar por una obra maestra que promete sorprender tanto en el presente como con el paso del tiempo, gracias a su potencial de guarda extraordinario.