Quinta Sardonia QS 2019

Suavidad y elegancia definen este vino, que entrelaza aromas de mora y frambuesa con violetas, grosella negra, y toques sutiles de nuez moscada y café. En el paladar, destaca una rica paleta de moras y grosellas, con una mineralidad fresca y suave. Los taninos, delicados al inicio y más intensos al final, reflejan la fuerza de los suelos calcáreos, subrayando la elegancia natural del vino.

Explora y compra Quinta Sardonia QS 2019, un distinguido vino tinto de la V.T. Castilla y León, compuesto por 72% Tempranillo, 24% Cabernet Sauvignon, 2% Merlot, 1% Syrah y 1% Malbec. Este vino proviene de 22 hectáreas de viñedos situados en suelos calcáreos en la ladera sur del río Duero, a altitudes que oscilan entre 760 y 830 metros sobre el nivel del mar, donde la diversidad de 15 tipos diferentes de suelos aporta una riqueza única al vino.

Durante todo el verano, se seleccionaron cuidadosamente los racimos en el viñedo antes de su traslado a la bodega, donde se mezclaron las variedades para respetar el suelo y alcanzar la maduración óptima. Esto permite resaltar las características únicas de cada tipo de suelo, aumentando la diversidad y complejidad del vino.

Solo las uvas cultivadas en suelos calcáreos de la finca fueron elegidas para QS 2019, con pequeñas contribuciones de suelos de yeso que añaden personalidad y carácter. Se utilizó entre un 3% y un 8% de racimos enteros en la vinificación, dependiendo del suelo, para realzar el perfil aromático y añadir estructura y vivacidad en el paladar.

La fermentación fue natural, usando levaduras autóctonas y ajustando la temperatura y duración de maceración para cada tipo de suelo, asegurando una extracción cuidadosa. La fermentación maloláctica ocurrió de manera espontánea en barricas nuevas y usadas. El vino envejeció durante 20 meses, un 25% en barricas nuevas de roble francés y el resto en barricas usadas, alternando entre 225 y 600 litros. Esta estrategia, especialmente en los primeros meses usando más barricas nuevas, permitió suavizar los taninos más robustos típicos de las cosechas cálidas, finalizando la crianza en grandes fudres de 5.000 litros para perfeccionar la textura sin un excesivo aporte de madera. Antes del embotellado, se realizó una ligera filtración para asegurar la pureza y calidad del vino.